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En Lidera conCiencia Plena definimos la influencia como la capacidad que tiene una persona de realizar cambios positivos en la conducta de otros. Muchas veces este concepto lo vemos tangible, porque modelamos conductas en nuestro día a día. Pero, ¿Qué pasa hoy en día con esa influencia cuando todos estamos desde nuestras casas reinventado una nueva manera de convivir y negociar?

Hoy más que nunca debemos revisar liderazgo individual para conectarnos con esos paradigmas que pueden estar limitando el poder de influir mejor, ahora que la influencia se pone en reto desde el círculo familiar (todos juntos a todas las horas) y más desafiante es el querer influenciar a los equipos de trabajo de manera virtual.

Revisar cómo piensas, cómo estructuras tu manera de reaccionar (incluso emocional), cómo te comunicas y cómo te has venido proyectando como líder resulta imperante en estos tiempos, porque ya hoy no podemos ser las mismas personas ni la dinámica de vida es la misma de antes. ¿Interesante cierto? De hecho, en medio de esta cuarentena, el tema que hemos visto en redes sociales y grupos de comunicación digital. Es cómo lograr estar en normalidad cuando nada es normal, y ahí está el reto de romper algunos paradigmas en lo que antes creías que era tu manera de influenciar y de negociar, o tal vez creías que era la única manera de hacerlo.

La influencia y negociación:
Ambas aristas forman parte de una de las 4 dimensiones del programa Lidera conCiencia Plena que tienen como base, la definición de valores conductuales y emocionales que, una vez conceptualizados y comprendidos, permitirán optimizar mejor los recursos del líder; sobre cómo impactar en los demás desde lo positivo y desde espacios más adecuados para la negociación con 3 valores necesarios en esta
situación actual: empatía, flexibilidad y tolerancia.

Ahora cuando el efecto de socializar –entendida como la capacidad de incrementar y mantener el número de relaciones interpersonales- cambió radicalmente de lo externo a lo interno, el líder requiere una autodefinición distinta.

La socialización, como conducta humana en todo sentido, es la vía que tenemos para conocer cómo reaccionamos en función de nuestras propias experiencias y aprendizajes, lo que ahora se convierte en una gran oportunidad de ser mejores personas porque empieza desde lo interno; desde lo que verdaderamente somos seres más emocionales que racionales. Cuando revisamos el concepto de
flexibilidad -como la capacidad de aceptar las fallas en las expectativas de algo o alguien-, es interesante ver que la tendencia del ser humano es ser más inflexible con personas o situaciones en las que se tienen más expectativas: ¡imagínense lo que puede estar ocurriendo ahora que todos estamos en casa!

Un líder conciencia plena tiene control de su nivel de influencia porque busca la coherencia entre lo que dice, siente y hace; para tener más efectividad en sus propios procesos de negociación, desde el convencimiento auténtico de buscar ser co-responsable de la plenitud de todos a su alrededor.

Ahora, tenemos que ser más sociables que nunca, más cercanos, más empáticos y más tolerantes desde cualquier plataforma de comunicación que decidamos usar con el resto del entorno externo y así, seguir desarrollando una nueva definición de liderazgo que influencie positivamente en los demás, logrando acuerdos más rápidos y con la menor resistencia posible porque influir y negociar es un camino que se
aprende.

Para conocer más sobre nuestro programa puedes ingresar en www.lideraconcienciaplena.com